lunes, 3 de septiembre de 2018

UNA APROXIMACIÓN AL ROMÁNICO PALENTINO: SAN MARTÍN DE FRÓMISTA.


Aprovechando la escapada para visitar la XXIII Edición de las Edades del Hombre, titulada Mons Dei, en Aguilar de Campoo, aprovechamos para hacer una parada en el camino y visitar uno de los monumentos emblemáticos del románico palentino: SAN MARTÍN DE FRÓMISTA.


Vista sur de San Martín de Frómista

El municipio de Frómista cuenta con algo más de un millar de habitantes y se sitúa en el Camino de Santiago Francés, en la Tierra de Campos de la provincia de Palencia. Durante la Edad Media, la villa destacó en el Camino de Santiago. 

En el Códice Calixtino, figura como final de la sexta etapa (iniciada en Burgos) y principio de la séptima (que concluye en Sahagún). Posteriormente, continuó apareciendo en los itinerarios de los viajeros, pero fue perdiendo relevancia en el contexto por su proximidad a Carrión de los Condes. No obstante, conservó algunos hospitales de peregrinos.


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Imagen obtenida de google maps



Con anterioridad al Códice, se fundaba un Monasterio en el siglo XI, dedicado a San Martín de Tours, pero quedó relegado a un segundo plano. Pese a ello, no se aplicaron reformas importantes que modificaran sustancialmente la estética y la estructura de uno de los templos que se considera una obra maestra de la arquitectura medieval. 

El resurgimiento de la ruta jacobea atrajo a gran cantidad de visitantes y especialistas a esta iglesia, que se ha convertido en un edificio emblemático del estilo románico.

La fundación del templo se la debemos a Doña Mayor de Castilla, viuda de Sancho III de Navarra, en torno al año 1066, tal y como señala el testamento de la reina consorte.


PLANTA Y ESTRUCTURA.


La planta que define este edificio es alargada, podríamos decir que responde al tipo basilical. El cuerpo se compone de tres naves longitudinales, culminadas por tres ábsides en la cabecera. 



Planta extraída de www.wikipedia.org

Ábside central. Capilla Mayor
Cristo Crucificado. Finales del S. XIII.





Ábside lateral


Las naves de la iglesia están cubiertas por bóvedas de cañón, divididas por arcos fajones, cuya función es sustentar el peso de la cubierta y derivarlo a los pilares y a los gruesos y compactos muros. 


Cubierta de la nave central
Nave central



Cubierta de la nave central



Nave lateral



A pesar de que he aludido a la planta basilical, hay que tener en cuenta a través de la estructura de la cubierta de las naves, que en San Martín se aprecia el tránsito hacia la planta de cruz latina, pues el transepto no sobresale en planta, únicamente es visible en alzado. Podemos observar que el ábside y la nave central forman el eje longitudinal de dicha cruz, y que el eje está cortado perpendicularmente por una nave transversal. 

Donde las naves se cortan, se genera un espacio denominado crucero, en el que se proyectó una linterna con cúpula sobre un tambor octogonal con pechinas, abierto con cuatro ventanas. Este fenómeno no es frecuente en la zona palentina, donde predomina el cimborrio cuadrangular.



Vista exterior del cimborrio octogonal




Vista interior del cimborrio











EXTERIOR.


Del exterior de la iglesia es destacable la cabecera, compuesta por tres ábsides, uno semicircular y de gran tamaño, y dos laterales de menor volumen que el anterior. Presentan una decoración muy rica, a base de una serie de columnas e impostas de ajedrezado que contribuyen a enriquecer de manera importante la estética de la cabecera.



Vista exterior del ábside


En cada una de las fachadas se dispone una portada, siendo todas bastante simples, pues únicamente cuentan con la imposta del ajedrezado. 



La más destacada de las portadas por ser más compleja, es la norte, que aparece franqueada por columnas con capiteles, que están bastante deteriorados por las inclemencias meteorológicas.

Vista norte de la iglesia














Portada norte de la iglesia
















Esta portada es la única original, sobresale del muro y está cubierta con un tejaroz soportado por canecillos historiados. Las otras dos, fueron copiadas durante la restauración, con un diseño más sencillo.

Rompiendo la horizontalidad románica, destacan las dos torres de los pies, en la fachada oeste, que no son usuales, pero que se sabe que se construyeron al mismo tiempo que el resto del edificio, pudiendo apreciarse la influencia del románico alemán.


Fachada principal (oeste)














Acceso a una de las torres de los pies
















DECORACIÓN.

En lo referente a la decoración aplicada, tanto en el interior como en el exterior del templo, es una ornamentación abundante que sigue las tipologías románicas.


Un ejemplo clave, lo constituye el ajedrezado o taqueado jaqués, que recorre toda la superficie de la iglesia a diferentes alturas. El visitante puede apreciarlo en la línea de imposta de las ventanas, en el alero de los tejados, arranque de los vanos, etc. 



Taqueado jaqués o ajedrezado
Vano del ábside 












Vano del muro norte de la iglesia 


Otro elemento significativo son los capiteles, que se encuentran situados a los lados de las ventanas y coronando las columnas. En la decoración, la temática predominante es la vegetal, zoomorfa y antropomorfa.

Los capiteles vegetales son los más abundantes y su función es decorativa. Podemos apreciar una gran variedad de elementos ornamentales y en cuanto a la talla, pues algunos son muy toscos y contrastan con otros labrados profusamente con profundidad y detalle.


Los capiteles historiados son muy relevantes. La mayor parte de ellos muestran escenas bíblicas, como por ejemplo, las escenas de Adán y Eva tomando la manzana del pecado, la expulsión del paraíso, o la Epifanía, entre otros pasajes. 



Capitel de la “Adoración de los Magos”

También sobresalen las representaciones de los pecados, como la lujuria o la avaricia. Así mismo, destaca un capitel que muestra los oficios vinculados a la construcción.

Los capiteles zoomorfos son los que comienzan a difundir la función doctrinal, pues representan símbolos, algunos con connotación positiva, identificada con la idea del bien, como los pelícanos, águilas, etc., mientras que otros encierran un matiz negativo y pecaminoso, tales como, serpientes, animales fantásticos, etc.

Un ejemplo emblemático de esta tipología de capitel es el relato de la fábula de la zorra y el cuervo, ya que en la Edad Media se empleaban motivos de carácter pagano para adoctrinar al populacho, siempre y cuando guardasen la simbología religiosa para transmitir el mensaje de la Iglesia.

Los canecillos son otros de los motivos ornamentales más representativos del arte románico. Se trata de pequeñas esculturas que decoran los aleros de los tejados, presentando gran variedad temática.
En total contabilizamos 309 figuras, que son representaciones vegetales, geométricas, animales, monstruosas y humanas.

Aunque en la actualidad desconocemos el significado que dio el hombre del medievo a este ciclo iconográfico, posiblemente su lectura era perfectamente conocida por sus contemporáneos, ya que tenían conocimiento de multitud de leyendas, cuentos, fábulas e historias que dotaban de simbolismo a esas figuras que nuestra cultura actual ha perdido.

Por lo tanto, los capiteles y canecillos interiores y exteriores, poseen una importante carga simbólica, pues les define una función didáctica que promueve la transmisión de la doctrina cristiana. 


RESTAURACIÓN.

San Martín de Frómista fue declarada Monumento Nacional en 1894, y poco tiempo después, a comienzos del siglo XX, el templo fue restaurado de acuerdo a los criterios que en aquel momento se aplicaban en la arquitectura.


Ha sido un caso rodeado de controversias y polémica, pues la intervención ha sido muy criticada en la bibliografía, como un ejemplo de lo que no debe hacerse. Sin embargo, por otro lado, existen postulados que elogian la actuación llevada a cabo.


Maqueta de San Martín de Frómista 

Maqueta de San Martín de Frómista 


Durante un largo período de tiempo, se consideró el arte medieval un arte carente de buen gusto, sinónimo de barbarie, distintivo de una época oscura, pero, a lo largo del siglo XIX, esta consideración cambia, y son muchos los que recuperan el medievo y ponen en valor el arte de esa etapa.

Por ello, para el arquitecto era obligatorio suprimir todos aquellos elementos añadidos que no fueran originales. El problema radicaba en que de manera habitual los edificios se erigían durante un período de tiempo muy largo, incluso durante varios siglos, y resultaba complicado dilucidar qué era y qué no era original, pues en cada etapa artística se habían incorporado elementos diferentes.

Disociar un componente de otro era una ardua tarea, pero se hacía. 

Si algo quedaba inconcluso o no llegaba a construirse, intentaban actuar siguiendo las pautas del constructor medieval. A veces, se llegó a considerar que algo que ni había desaparecido, ni que se había llegado a utilizar, completaba estéticamente el edificio. 
Partiendo de esta premisa, tras la reforma, podía adoptar una apariencia que no había tenido a lo largo de la historia, ni si quiera en la mente de aquel que lo diseñó en su momento.

Se trataba de un nuevo modo de entender la restauración del patrimonio a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El máximo defensor de esta corriente fue Viollet-le-Duc, cuyos postulados rápidamente se difundieron por Europa en aquella época.

Manuel Aníbal Álvarez y Amoroso fue quien acometió la restauración. El complejo tenía adosadas algunas estancias, por lo que su apariencia era distinta a la que tiene en la actualidad.


El cimborrio era mucho más alto, ya que se agregó un cuerpo más como campanario, posiblemente en el siglo XV. Para poder acceder a este cimborrio, se dispuso una estructura a modo de pasarela que fue suprimida durante la restauración por considerarse un añadido posterior.


Maqueta de San Martín de Frómista 

El arquitecto elaboró un proyecto en el que especificaba cuales eran las partes más susceptibles de derrumbe dentro del conjunto, por lo que pronto obtuvo el permiso para tomar las medidas oportunas e intervenir, incluso se le permitió derribar ciertas partes del edificio.

Hay especialistas que consideran que la tardanza en la intervención hubiese supuesto la destrucción total de la iglesia. Pero también es cierto, que otros opinan que finalmente se produjeron incoherencias entre lo proyectado y lo realizado, con lo cual, sin entrar en debates, volvemos a mencionar la polémica actuación que se llevó a cabo en Frómista, que no ha sido valorada positivamente por todos los expertos. 


Lo que sí que debemos de tener en cuenta, es que tanto sus aspectos positivos como negativos, son producto de una serie de factores, como la sociedad de una época determinada, no de la voluntad de una única persona: el arquitecto.

VISITAS.

Para todos aquellos que quieran visitar la Iglesia de San Martín de Tours, en Frómista, a continuación facilito los horarios de apertura y cierre al turismo, así como las tarifas.
Esta información es susceptible de modificaciones, por lo que ante cualquier duda conviene consultar estos datos en la oficina de turismo correspondiente.





Nos vemos en una próxima visita. ¡Muchas gracias y hasta pronto!


          BIBLIOGRAFÍA.

CHUECA GOITIA, Fernando. (2001): Historia de la Arquitectura Española. Edad Antigua y Edad Media. Ávila: Coam, Fundación Cultural Santa Teresa.

PUENTE, Ricardo. (2005): La iglesia románica de San Martín de Frómista. León: Editorial Albanega.

VV.AA. (2005): Historia del arte: El Prerrománico y el Románico. Vol. 6, Madrid: Salvat.

VV. AA. (2013): Pequeño diccionario visual de términos arquitectónicos. Madrid: Cátedra.


          WEBGRAFÍA.

www.arteguias.com
www.artehistoria.com 
http://es.wikipedia.org
www.arquivoltas.com






Como en entradas anteriores, proporciono un glosario con algunos términos nuevos que aparecen en el transcurso de esta visita. Espero que os sea de ayuda.

v  AJEDREZADO O TAQUEADO JAQUÉS.
Es un tipo de ornamentación característica del románico, se define por la disposición de pequeños cilindros alineados que se localizan en frisos, arquivoltas, líneas de imposta, puertas, ventanas… Se basa en cuadrados (llamados “tacos”) o bien en rectángulos (llamados ”billetes”), unos hundidos y otros salientes de forma alterna, en líneas paralelas, al menos en números de tres, dando lugar a sombras que simulan el tablero de ajedrez.
Este tipo de decoración es típica del románico de Jaca, en cuya catedral se empleó con profusión, de ahí la denominación de “jaqués”. Desde Jaca se difundió por la Península Ibérica a través de Camino de Santiago, como apreciamos en San Martín de Frómista, San Salvador de Leyre, San Isidoro de León, Santo Tomé de Zamora, etc.

v  ALZADO.
Es la representación plana de la fachada de un edificio, mediante proyección geométrica ortogonal, sin tener en cuenta la perspectiva, conservando éste todas sus proporciones.
El alzado se obtiene mediante proyección paralela del elemento a representar, siendo ésta perpendicular al plano de proyección.
El alzado es una de las representaciones del sistema diédrico, junto con la planta. Es de gran utilidad en arquitectura.

v  ANTROPOMORFO.
Hace referencia a un humanoide, es decir, posee formas humanas.

v  CANECILLO.
Hace referencia a la cabeza de la viga que asoma al exterior y soporta la cornisa o alero.
En el románico, consisten en piedras pétreas colocadas en la parte superior del muro, sobresaliendo del mismo y sirviendo de base al alero del tejado.
Se usan también para soportar el dintel de las portadas.
Los hay de diversas formas y significación. El más común es el canecillo simple, carente de toda ornamentación, y con todas sus facetas rectas, pero no por ello dejan de abundar los exornados con diversos motivos, ya sean de carácter vegetal, alegórico o historiados con figuras humanas de profunda y concreta significación.

v  CIMBORRIO.
Se refiere a aquella construcción que en una iglesia se eleva sobre el crucero del templo, independientemente de la planta que presente y de cómo esté rematada hacia el exterior.
Esta estructura tiene una doble funcionalidad: por una parte, ilumina el interior del edificio; y por la otra, realza el eje central del espacio religioso, allí donde se cruzan los dos brazos de la cruz latina, formando el crucero.

v  CRUCERO.
Espacio definido por la intersección de la nave principal y la transversal, en las iglesias de planta de cruz latina o griega.
Este espacio se suele cubrir mediante una cúpula alzada sobre un cimborrio o tambor que se sustenta en los arcos torales.

v  EPIFANÍA.
Acontecimiento religioso. Para muchas culturas las epifanías corresponden a revelaciones o apariciones en donde los profetas, chamanes... interpretaban visiones más allá de este mundo.
En el cristianismo, es la fiesta en que Jesús toma presencia humana en la tierra, es decir, Jesús “se da a conocer”; según la Biblia, esto ocurre en distintos momentos y a diferentes personas, dando lugar a tres eventos:
-  Ante los Magos de Oriente, el 6 de enero, la más celebrada.
-   La Epifanía a San Juan Bautista en el río Jordán.
-   Ante sus discípulos y comienzo de su vida pública con el milagro en Caná, en el que se inicia su actuación pública.

v  ICONOGRAFÍA.
Es la descripción del tema o asunto representado en las imágenes artísticas, así como de su simbología y los atributos que identifican a los personajes representados.
Engloba todo lo referente a la descripción de cuadros, pinturas, monumentos, estatuas y retratos.

v  NAVE.
Denomina al espacio comprendido entre dos muros o filas de columnas que se extienden a lo largo de los templos u otros edificios importantes.
La nave central es la que ocupa el centro del templo desde la puerta de ingreso hasta el crucero o presbiterio, generalmente con mayor elevación y más anchura que las laterales paralelas a ella.
Dependiendo de la distribución de las naves en el interior de la iglesia, existen dos tipos principales de planta en las iglesias cristianas: la planta cruciforme (una nave principal cruzada por otras transversales o transepto) y la planta basilical (una, tres o cinco naves paralelas que conforman una estructura rectangular y terminan en presbiterios).

v  PORTADA.
Es el ornato arquitectónico que guarnece y adorna las puertas principales de los edificios suntuosos.
Es el conjunto de elementos arquitectónicos que conforman la puerta y su ornamentación y en el cual aparece impreso, con sus peculiares caracteres, el estilo del edificio. Se dice principalmente de los monumentos arquitectónicos religiosos.

v  TEJAROZ.
Alude al tejadillo construido sobre una puerta o ventana, o al alero de un tejado.

v  TRANSEPTO.
Designa la nave transversal que en las iglesias cruza a la principal ortogonalmente.
El espacio común entre el transepto y la nave es conocido como crucero.
El transepto se sitúa habitualmente entre el presbiterio y la nave o naves longitudinales como elementos de separación de ambos espacios.
En la arquitectura románica la disposición habitual correspondía a la tipología de cruz latina, siendo el transepto de mayor longitud que la anchura de la nave, de modo que los brazos de aquel sobresalían lateralmente y se manifestaba al exterior.

v  TROMPAS.
Se denomina a una bóveda semicónica de intersección que vuela fuera del muro. Se trata de un sistema constructivo que permite superponer dos estructuras de diferente trazado geométrico, como el de una bóveda octogonal o esférica sobre una base cuadrada o para achaflanar la esquina.
Se emplearon fundamentalmente en el románico y el gótico, permitiendo construir cúpulas, tambores y cimborrios.

v  ZOOMORFO.

Es un adjetivo que califica a cualquier objeto que presenta forma o estructura animal.













sábado, 25 de febrero de 2017

ESCAPADA A NAVARRA IV. CIUDAD ROMANA DE ANDELOS. LA PRESA

El agua que llegaba al depósito de la ciudad, del cual hablamos en la entrada anterior, estaba canalizada desde la presa que a continuación vamos a describir. De este modo, finalizaremos el itinerario por el conjunto romano de Andelos.

LA PRESA DE ANDELOS constituye el origen de este sistema hidráulico.

Popularmente es conocida como “El Puente del Diablo o Iturranduz”. Se encuentra ubicada en el límite de los municipios de Mendigorría y Cirauqui, y constituye el punto de partida de las aguas que abastecían la villa, situada a unos 3 kilómetros de distancia de este embalse.

Panorámica general de la presa de Iturranduz


La presa se erigió en una hondonada natural en el terreno con un manantial que alimentaba el barranco de San Pedro, y permitía embalsar unos 20000 metros cúbicos.


Planta de la presa


Las excavaciones arqueológicas realizadas entre los años 1980 y 1985, revelan que esta obra de ingeniería se edificó en varias fases: la primera de ellas está datada en el s. I d. C., y la segunda cronología corresponde al s. II d. C.


Esquema comparativo de las dos fases de construcción

Panel explicativo de la construcción de la presa y sus elementos



Vista general de las dos pantallas de la presa


Vista general de las dos pantallas de la presa












En la primera campaña constructiva se erigió un muro de sillarejo de 150 metros de longitud, con trece contrafuertes al interior y una arqueta de salida de agua.


Pantalla de sillarejo. Primera fase


Pantalla de sillarejo. Primera fase



Pantalla de sillarejo. Primera fase


Pantalla de sillarejo. Primera fase


Pantalla de sillarejo. Primera fase


Pantalla de sillarejo. Primera fase













En la segunda fase se construyó otra presa aguas abajo.


Pantalla de hormigón. Segunda fase


Pantalla de hormigón. Segunda fase
















Se fabricó en hormigón (opus caementicium) y se consolidó con nueve contrafuertes al exterior. 


Pantalla de hormigón. Detalle de los contrafuertes



Pantalla de hormigón. Detalle de los contrafuertes













































Su longitud es de 102 metros y apoya sus estribos en la roca.


Estribos de la pantalla de la segunda fase

La altura de la pantalla no se ha podido calcular con precisión, ya que al excavar, el agua inunda las catas aflorando la capa freática. Lo que sí pudieron constatar los especialistas es que al menos alcanzó los siete metros de altura en su pared central, reduciéndose a dos metros al final del estribo izquierdo.

En lo referente a la relación entre las dos construcciones excavadas, lo más probable es que la más antigua fuese la que se encuentra ubicada aguas arriba, es decir, la de sillarejo.

La impermeabilidad de esta estructura no fue óptima, debido a que estuvo reforzada en su paramento aguas abajo por tierra ataluzada. Con este sistema, el muro corre grave peligro a embalse vacío. Esta condición justifica la presencia de los contrafuertes aguas arriba.


Separación entre los muros de la primera y segunda pantalla


Separación entre los muros de la primera y segunda pantalla


















Considerando las conclusiones de expertos en el tema, los ingenieros romanos tenían que conseguir que sus estructuras cumpliesen una serie de requisitos, como lograr el grado suficiente de impermeabilidad, asegurar la estabilidad bajo la carga de agua a embalse lleno y a embalse vacío, así como garantizar los medios para tomar agua del embalse y la seguridad cuando el embalse vierte.

Como es obvio, la primera presa no cumplía alguna de estas condiciones, y debió fallar en la parte central, de la que faltan, como se aprecia en las excavaciones, 13,5 metros, y pueden calcularse tres contrafuertes. Por este motivo, debió construirse aguas abajo, paralela al primer paramento, la segunda pantalla de hormigón, otorgándole gran profundidad a esta obra que ofrecía la impermeabilidad y resistencia exigidas. De esta forma la presa quedaba reforzada.

La pantalla es plana aguas arriba y está reforzada por contrafuertes aguas abajo. Se desconoce el dato de si hubo un terraplén entre los contrafuertes de la presa de Iturranduz, ya que cuando los arqueólogos comenzaron sus labores la fisonomía del terreno ya estaba muy alterada.


Derrumbes 

Catas arqueológicas
























Estas dos pantallas paralelas, se encuentran rotas a la altura del cauce del arroyo, por lo que el agua no se embalsa, dejando al descubierto gran cantidad de materiales arcillosos arrastrados por las aguas, que forman el sedimento de relleno del embalse.

Al interior de la pantalla de sillarejo se encuentra la arqueta de toma de agua de 3,5 x 4 y 3 metros de profundidad, donde se adapta un sistema que facilita la captación del manantial. El fondo es de argamasa hidráulica y tiene empotrado un sillar que aloja una tubería de plomo (fistula) que atraviesa el paramento para dar salida al agua. Desde la arqueta se accionaba la válvula de rotación que permitía regular el caudal del agua.


Arqueta de la primera fase de construcción 





Arqueta de la primera fase de construcción 














Arqueta de la primera fase de construcción 
















Al exterior de la pantalla de hormigón (opus caementicium) se aprecian las características de la construcción del dique y los contrafuertes por medio de un encofrado.

Este método consiste en realizar un molde con paramentos de madera entre los que se vierte, mediante tongadas horizontales, una mezcla de mortero de cal con piedras y cascajos.

El encofrado se mantiene mientras se produce el fraguado de la mezcla, tras el cual se retira la estructura de madera. Todavía son visibles las huellas de los tablones utilizados.

Ha aparecido un ara de piedra, caída entre dos contrafuertes. Está dañada en su parte superior y no conserva ninguna inscripción. Se debió colocar en el momento en que concluyeron las obras con una intención religiosa, posiblemente dedicada a las Ninfas.

Esta presa romana constituye un ejemplo sobresaliente en la Península Ibérica, junto con otros casos, como la presa de Proserpina (Mérida), Cornalvo (Mérida), Alcantarilla (Toledo) o Esparragalejo (Mérida).

El sistema de abastecimiento de agua es una de las grandes aportaciones de la ingeniería romana para que las ciudades pudieran alcanzar una aceptable calidad de vida.

Es extraño que se conserve la red de abastecimiento de aguas al completo. Este ha sido precisamente el caso de Andelos, como han evidenciado los hallazgos producidos en las excavaciones arqueológicas.

El conocimiento del conjunto de Andelos posibilita la reconstrucción del pasado, pero al mismo tiempo hay que esperar a futuras excavaciones e investigaciones para conocer el modo de vida de los habitantes de la ciudad a la que abastecía este sistema hidráulico.

Nos vemos en una próxima visita. ¡Muchas gracias y hasta pronto!
 
          BIBLIOGRAFÍA.

FERNÁNDEZ CASADO, C. (1985): Ingeniería civil romana. Madrid: Turner.

MEZQUÍRIZ, Mª A.; UNZU, M. (1988): De hidráulica romana: El abastecimiento de agua a la ciudad romana de Andelos. Trabajos de Arqueología de Navarra 7: 237- 166. Pamplona. 

MEZQUÍRIZ, Mª A. (2009): Andelos ciudad romana. Navarra: Gobierno de Navarra Prensa Publicac.


          WEBGRAFÍA.

www.turismo.navarra.es

www.esenciadenavarra.es





Como en entradas anteriores, proporciono un glosario con algunos términos nuevos que aparecen en el transcurso de esta visita. Espero que os sea de ayuda.

v  DIQUE.

Es una construcción para evitar el paso del agua. Puede ser natural o construido por el hombre; de tierra, mampostería de piedra, u hormigón; y tanto paralelo como perpendicular al curso de un río o al borde del mar.

v  ENCOFRADO.

Es el sistema de moldes temporales o permanentes que se utilizan para dar forma al hormigón u otros materiales similares como el tapial antes de fraguar.

v  FRAGUADO.

Es el proceso de endurecimiento y pérdida de plasticidad del hormigón (o mortero de cemento), producido por la desecación y recristalización de los hidróxidos metálicos (procedentes de la reacción química del agua de amasado) con los óxidos metálicos presentes en el Clinker que compone el cemento.

También se denomina fraguado, al proceso de endurecimiento de la pasta de yeso o del mortero de cal.

v  MORTERO.

Es un compuesto de conglomerantes inorgánicos, agregados finos y aguas, y posibles aditivos que sirven para pegar elementos de construcción tales como ladrillos, piedras, bloques de hormigón, etc.

Además, se usa para rellenar los espacios que quedan entre los bloques y para el revestimiento de paredes.

Los conglomerantes más comunes en la actualidad son los de cemento, aunque históricamente han sido la cal, la tierra y el yeso los más utilizados.

v  PRESA.

Término que designa a una barrera fabricada en piedra, hormigón o materiales sueltos, que se construye habitualmente en una cerrada o desfiladero sobre un río o arroyo.

Tiene la finalidad de embalsar el agua en el cauce fluvial para elevar su nivel con el objetivo de derivarla, mediante canalizaciones de riego, para su aprovechamiento en abastecimiento o regadío, eliminación de avenidas (evitar inundaciones aguas debajo de la presa) o para la producción de energía mecánica al transformar la energía potencial del almacenamiento en energía cinética, y ésta nuevamente en mecánica, y que así se accione un elemento móvil con la fuerza del agua.

v  TIERRA ATALUZADA.

Parte inclinada de un muro, pared o terreno.

v  TONGADA.

Cada una de las capas, estratos o mantos que van dando altura a una lechada, o en el caso de un terraplén, tongada de tierras.